viernes, 7 de noviembre de 2014

Lección Tercera

Sentarte en tus trece...
Ha sobservado la forma en que te sientas? Has experimentado tu mente cómo se comporta ante las diferentes posturas que tomas al sentarte? No? Pues este es un buen momento.
Una vez tuve una cita y el hombre de tan mal que se sentaba me ponía de los nervios, se sentaba con el culo en la punta de la silla y para colmo recostado sobre un lado de la mesa, ¡Dios!, ¿qué esto? pensaba yo, no está incómodo porque a mí me duele la espalda sólo de verlo.
Ciertas posturas indican cómo trabaja tu mente, esa postura con el culo tirado hacia adelante es un signo de total despreocupación, como si todo en la vida te resbalara porque no sabes que actitud tomar ante ella.
Sin embargo cuando te sientas con el culo bien pegado atrás es como si recobraras el poder de sentirte bien, de estar en tus trece y orgulloso de lo que haces, tienes o dices, mira los políticos en el parlamento, de tan mal que se sientan se quedan dormidos, será que no les importa nada?...... (es una pregunta retórica)
Las abuelas tienen la costumbre se sentarte en la punta de la silla, dispuestas a salir corriendo... a servirte.
Hay personas que se sientan encorvadas como si llevaran un peso sobre sus espaldas y es así he visto señoras en esa postura y cuando me he puesto a hablar con ellas o le pesaba la responsabilidad por los hijos, el trabajo o que el marido las tenían practicamente esclavizadas y era porque ella mismas no había sabido sentarse sobre sus trece y reclamar su poder como mujer.
¿Te has revisado cómo te sientas? sobre todo explora tu mente, haz que tu modo de sentarte enseñe a la mente como posicionarte ante la vida, te toca hacer el trabajo de vuelta a la consciencia.
(Esto sin hablar de todos los dolores articulares que te produce una mala postura)
 ¿Qué crees Garfield?






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