viernes, 22 de agosto de 2014

FRACTALIDAD CONSCIENTE IV


¡Por qué cuando emigramos siempre añoramos nuestros orígenes?



Son muchas las respuestas para este evento y en la naturaleza hallamos respuestas.

Ya había comentado que somos un fractal de todo lo que existe, veamos los comportamientos de los animales.

La mariposa Monarca cada año realiza un viaje de cientos de kilómetros para reproducirse y morir, una vez que se reproduce la nueva mariposa vuelve a emigrar.

Los salmones de  cada año, regresan río arriba en un viaje contra corriente para desovar y morir donde mismo han nacido.

Las tortugas siempre regresan a la misma playa donde nacieron para volver a reproducirse. 

Las mujeres tenemos un ciclo de 28 días que permite a un óvulo ser fértil para reproducirnos.

La naturaleza tiene un ciclo determinado por equinoccios que le permite renovarse.

Una planta nace, crece, da flores y semillas para reproducirse, ¿para qué? Simplemente por el hecho de expresar su máxima potencialidad contenida en esa minúscula semilla, ¿no era sí el TODO antes de expandirse?

La respuesta a toda pregunta es, en nuestros orígenes está nuestra esencia y allí regresamos siempre.

Ahora pregúntate, ¿por qué esa ansia humana de viajar a las estrellas? ¿por qué nos encantan las noches estrelladas? ¿No será porque están allí nuestros orígenes?

¿Acaso crees que nos reproducimos por la mera necesidad de tener niños y porque nos gusten mucho o por el mero hecho de hacer el amor?

Siempre buscamos nuestro origen y todo está allí en el Big-Bang, ¿no es acaso el orgasmo un big-bang, nuestro orígen y en el cuál recreamos en cada orgasmo?

No somos más que ciclos de una misma energía  expresada en diferentes formas (frecuencias) de una mente universal la cual se expande (nace), experimenta (crece y se desarrolla) y vuelve sobre sí misma ("muere"). Esta es una forma de comprender lo que es un Toroide.



foto by Nassim Haramein






















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